comunicá, ¿a caso regresará la esperanza?

La guerra ha terminado y ahora siento regresar a casa. La decisión fue repentina; todo era confusión, agitación … yo en un estado febril. Mi enfermedad me consumía; las paredes se acercaban cada vez más.

La vida está repleta de decisiones, qué si me levanto a tal hora, que si como esto o lo otro, que si hago esto primero y después aquello, etc. Desde lo más mundano a lo más divino, debemos tomar decisiones.

Anoche he tomado la decisión de abandonar la universidad … tal vez la universidad en general pero esto ya es otro problema. No, por el momento he abandonado mi universidad actual; es la segunda vez, sólo que en ésta, me ha tomado una semana en darme cuenta que no es lo correcto para mí.

Años atrás descubrí que el hombre ni nace con brújula en mano, ni que existe el mentado destino. Siempre oímos a las personas hablar de sus destinos, todo es un movimiento linear, toda explicación es teleológica. Siempre hay un principio y un fin. Ahora creo lo contrario y debo batallar con todo mi ser contra mi propio ser; hay una disposición biológica a tal pensamiento.

No hay destino – de menos para mí no. No hay un ser supremo que ha planeado el patrón de mi vida; ¡qué egoísmo creer que tal ser se tomaría un instante para hacerlo! Cometeré un montón de errores, es normal y de esperarse. No soy perfecto. Tampoco lo quiero ser. Fracaso tras fracaso, venga.

El año que esperé para regresar a la universidad no ha sido en vano; he aprendido tanto. Aprendí a pensar, a reflexionar y sobre todo a vivir. Tendré que esperar medio años más para regresar a la universidad, quizá más. Entonces habrá un año y medio de interludio desde la primera vez que dejé la universidad y quizá ésto sea lo necesario.

No me sentí preparado para regresar a St. John’s. Temblaba. Además regresé a otro universo; en una palabra: no me gustó.

Lo difícil ha sido llegar a mi decisión pero ya lo he hecho ahora necesito enfrentar nuevas dificultades, nuevos problemas. Todo en su momento. Ésto es lo correcto, ésta es mi decisión; si fracaso una vez más bien.

Jamás planeé ir a la universidad; jamás planeé nada de esto, simplemente se ha dado. Y he de agregar, esta es mi vida y no de alguien más; la haré diferente y única o moriré en el intento.

Ahora tomaré la próxima decisión, quizá más difícil que la de abandonar St. John’s. ¿Y cuál es ésta? Cortárme el cabello. Luego subo unas fotinhos del resultado final. Por ahora, a disfrutar las últimas horas de mi viejo look.


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