Mi vida aumentaría en credibilidad si fuese narrada, si tuviese una voz explicando cada uno de mis pensamientos, miedos e inquietudes, e.g.,
“Él hablaba con una honestidad, de una forma franca que nacía de una intensa soledad. Al expresarse directamente, sin rodeos, él tratraba de escalar aquella división y por fin tener una amistad con otro ser humano.”
Luego el narrador continuaría, su voz de Sirena habiéndoles-ya-capturado en su red aural. “Y después de un breve instante en Irlanda, experiencia que le produjo una emoción nueva e innata, se translada a Nueva Zelandia, llevando consigo su familia.”
Terminaré por desconocer la cara de la normalidad. Qué más da? me dejé de conocer tiempo atrás.
Por lo tanto, me preparo para mi viaje a Praga, República Checa. Después de un año en ‘Europa’, tendré el placer de poner pie en el Continente, en su corazón.