el miércoles inicia otra odisea

No tengo mucho a decir. Y para ser honesto, sé que eres la única persona que lee esto.

Washington, D.C. tiene algo que me incomoda sumamente; algo que me irrita, enterrándose por de bajo de mi piel. Me enciende, una irritación profunda.

Aún no lo consumo; no puedo asimilarlo: aquí viví. Fue corta la duración mas intensa — fatalmente. ¡Tanta amargura! Stop . Tenía que marcharme y lo hice sin pensarlo. Fue instinto, me dejé guiar por él y no me falló.

Ahora: