take me home

Anhelo mi pelo largo; el sol derritiéndose sobre mi piel a siete mil pies de altura del nivel del mar. Y las nubes sobre las lomas, piruetas solares. Sobre todo las altibajas.

Recuerdo los brincos de sinceridad que hacía en el trampolín que era mi cama. En ella podía dormir un tirón — una eternidad sin pena ni angustia.

Luego los instantes de hambre, el deseo de tener aquello perdido. Ya no. Ahora deseo lo que tengo. Quiero regresar a mi casa, al hogar que yo he elegido.

Hay un suspiro; siento un paroxismo de estrellítis.

La vida me dice: todo ha pasado. Todo es bueno. Si mueres hoy es bueno. Si mueres mañana también es bueno. Pero sobre todo lo que tienes ahora es bueno: aprecialo.

Y es por ello que no quiero morir hoy — quiero morir mañana. Tener así la oportunidad de regresar a mi hogar y estrechar-te entre mis manos como arco-iris de punta a punta; de principio a fin.

Entonces sonrieré. Lo sé, lo sé.


Posted

in

by

Tags: