ilusiones cognitivas

No sé qué me das que cada vez me gustas más. En fin, sigo marchando en dirección retrograda. ¿Qué se le va a hacer?

Una vez más voy a cometer una locura; una tonteria más a agregar a la absurdidad que es mi vida. De menos, de todo esto podré agregar uno u dos estados más a la lista de los que he visitado. Si recuerdo bien, el total actualmente oscila al rededor 13 en adicción del distrito federal. Bueno en Washington DC viví y no fue una visita, aunque el haber vivido ahí fue pasajero y breve y no puedo evitar pregúntarme: ¿Qué fue todo? En serio, fue de lo más ridiculo, ahora que reflejo en ello. Sí, fue ridiculo y absurdo. ¿Yo en la capital de la nación? Totalmente absurdo. No comment.

Pero basta, esto no es una reflexión sobre el pasado. Stop. Mejor hablemos del futuro y del presento, es mucho más divertido.

Yo mismo: Pero no es igual de, tal vez más, absurdo hablar del futuro; es potencialidad y nada garantiza su actualizacón.
Yo: Sí hombre pero quiero sern un espíritu positivo, idealista.
Yo mismo: Oh calla, ¿sí? Lo que quieres ser es un idealista.
Yo: ¿A caso tiene algo de malo?
Yo mismo: Claro, siempre y cuando ésto sea en términos de un romántico … un romántico bordando en fatalista – persona consumida por el fatalismo del romanticismo.

En poco tiempo regreso a la universidad. Tengo miedo, aunque ya empiezo a ensayar discusiones dialécticas en mi cabeza, a ejerce el arte casuística. Después de todo, la vida no es más que el dominio del sofista. El sofisma es el arte maestra.

Es el crepúsculo de los dioses, ocaso de los pilares éticos, filosóficos, humanos. Las Formas o Ideas ahora temblan, su verdad se empieza a establecer y a difundir. ¡Temblad Verdad, Virtud, Justicia, Belleza! que vuestro secreto empieza a saberse. ¡Temblad ilusiones cognitivas!

¡Jaque mate!

Hablar del presente (el regreso a la universidad está en un futuro muy cercano lo cual por su cercania es casi el presente) es sumamente aburrido. Ahora hablaré del futuro – da tanto espacio para opinar y creer.

Si todo sale bien, en marzo viajaré a Irlanda del Norte. De todos los países europeos, el Reino Unido es el único en el que he puesto pie. Quizá esta vez sea la oportunidad de concretar mi experiencia aquí – cosechar más fruto de ella.

Siempre imaginé que Italía sería el primer lugar en visitar del Viejo Continente; tal vez jamás ponga pie en este mágico lugar. De menos, por el momento, tengo el consuelo en mi bufanda producida en Siena y de la pasta de dientes que en una parte tiene texto en italiano mientras que en la otra en griego. Ahora que lo pienso, me sería más plasentero visitar Grecia que Italia – visitar la tierra de los dioses, de los ídolos magnos y eternales. Aunque tengo la sensación de que todo pueda resultar una amarga desilusión. ¿Dónde estáis filosófos? ¿Virtud? ¿Justicia?

Silencio. Es el crepúsculo de los dioses. Silencio … en silencio.


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